El 10 de septiembre de 2004, Shira dio a luz junto a la puerta de la calle (porque la pobre venía corriendo detrás de mi y yo iba saliendo al trabajo :( )una camada de cinco gatitos. En ocasiones anteriores los mininitos habían salido tricolores y negros, pero esta vez, la última, iba a ser diferente. Lo primero que ví, fue una especie de calcetín blanco y negro, luego vi tres nenes blanquitos con manchas cafés, y un perfecto siamés, que la verdad, mas parecía ratón...
Quedé enamorada a primera vista. Por fin podía tener mas gatos, las condiciones eran propicias, y así se quedaron conmigo Ganesha, Shiva y Luciano.
El calcetín con apariencia de vaca, hoy es un enorme gatote que me cuida a cada paso y que es un angelito, mi Ganesha.
El blanco de ojos azules ("Snowshoe" se llama), que hacía destrozos y que todavía ahora sigue, es mi Shiva, suavecito como rollo de Charmín.
Y la "rata" creció hasta convertirse en el garboso Luciano, el mismo que gritaba todo el día y toda la noche, porque tenía hambre. Todavía recuerdo cuando Shira, harta del "concierto" lo dejó en el patio gritando como loco a las 6 de la mañana, si todavía ni caminaba el angelito!!!!
En ese momento, me dije: hay que darles ya su comidita, pero las serenatas, y los conciertos, y hasta recitales si descubre un bicho, siguen hasta ahora.
